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Introducción
La fibra de coco es un producto resultante de la transformación de la cáscara del coco. En el sector de la horticultura se denomina comúnmente “turba de coco”
Este sustrato se fabrica a partir del material fibroso que se encuentra entre la cáscara y el coco. Tiene un impacto medioambiental positivo porque durante años las cáscaras de los cocos se consideraron residuos. Ahora, podemos hablar de valorización de la biomasa. En efecto, este proceso es menos destructivo que la turba de musgo extraída directamente de la naturaleza (más detalles aquí).
Además, permite emplear mucha mano de obra en países donde los problemas relacionados con la pobreza son importantes, esta nueva industria crea una verdadera economía paralela que emplea a muchas personas.
Los principales productores y exportadores de turba de coco del mundo son actualmente Sri Lanka, India, Brasil y México.
Una alternativa real al musgo de turba
En la década de 1980, el coco se utilizó por primera vez comercialmente en Holanda para cultivar rosas y lirios. Esta técnica ha dado resultados rápidos y muy convincentes. Desde entonces, se ha popularizado especialmente entre los cultivadores hidropónicos. Además, la fibra de coco es 100% natural, totalmente reciclable y renovable.
Por otro lado, los sustratos hechos de musgo de turba tienen muchas cualidades agronómicas, pero el impacto en las turberas es destructivo y las normativas son más estrictas (como en el Reino Unido, por ejemplo) para proteger estos ecosistemas raros.
Las ventajas de la turba de coco para los cultivadores
La fibra de coco tiene una enorme capacidad de retención de agua al tiempo que favorece un buen drenaje y aireación con el paso del tiempo. Según el Dr. Michael R. Evans, de la Universidad de Kansas, la capacidad de retención de agua del coco (73 a 80%) es superior a la del musgo de turba (60 a 68%). De hecho, el gran tamaño de las partículas crea macroporos llenos de aire, mientras que la médula de la cáscara de coco retiene el agua.
Además, la turba de coco tiene la característica de permanecer aireada incluso después de varios riegos. Este sustrato tiene una superficie más seca que evita la humedad y las plagas de mosquitos.
A nivel nutricional, la fibra de coco es rica en potasio, hierro, manganeso, cobre y zinc. Sin embargo, esto dependerá de la calidad del producto. La lixiviación de nutrientes también se reduce gracias a las cualidades físico-químicas de las fibras de coco.
También podemos decir que las fibras de coco tienen un alto índice de intercambio catiónico que le permite almacenar nutrientes y liberarlos cuando las plantas los necesitan. La conductividad eléctrica (CE) de la turba de coco oscila entre 0,3 y 2,9 mmho/cm, dependiendo del origen del producto y del proveedor.
El pH de las fibras de coco suele rondar entre 5,8 y 6,9, un poco menos ácido que el musgo de turba, pero también es especialmente adecuado para el cultivo de bayas (arándanos, frambuesas…).
Todas estas propiedades enumeradas hacen de los productos de coco una auténtica solución agronómica sostenible para los cultivadores de invernadero y de interior que utilizan sistemas de cultivo hidropónico.
Fuentes:
Coco peat – Biogrow sitio web:
https://bio-grow.com/en/biogrow/
Greenhouse Management online | Section 5: Common Substrate Components
https://greenhouse.hosted.uark.edu/Unit07/Section05.html
Pourquoi tout le monde raffole de la fibre de coco? (French post)
https://www.aquaponie.fr/fibre-de-coco-aquaponie/